martes, 18 de octubre de 2022

Ahora o nunca

 Regreso a mi viejo hogar después de unos ocho años de silencio absoluto. Abrí este blog hace quince años, recuerdo que un veintitrés de octubre de 2007, mientras me recuperaba de un cáncer que casi me manda a la otra orilla, buscando el aliento que me faltaba para recuperar el pulso de los días. Regreso tras una larga travesía de vivencias, proyectos, crianza, sobresaltos, trabajo (muchísimo trabajo) y, nuevamente, la enfermedad: ese horizonte que se perfila siempre como la venta en el Quijote, el lugar común al que voy siempre a parar para reencontrarme con todo lo que fui dejando por el camino y, cómo no, conmigo misma, con el reflejo de lo que he ido reflejando, en desigual batalla contra gigantes, molinos, rebaños, ejércitos, pellejos de vino y fantasmas desmelenados que cada vez aterran menos y dialogan más. Lo bueno de la madurez es que enseña a conversar los miedos en lugar de huir de ellos, y cuánto se aprende de esas tertulias...

Esta vez se trata de miastenia gravis, una enfermedad neuromuscular y autoinmune que, en mi caso, se ha cebado con los músculos de mi garganta, reduciendo mi voz a la mínima expresión. Esto no solo me impide seguir desempeñando mi labor como profesora, sino que, evidentemente, supone una limitación en todos los aspectos de mi vida cotidiana, fundamentalmente en la crianza de dos hijos, uno de los cuales presenta autismo con déficit de atención y trastorno del lenguaje. Sobre el cómo nos las arreglamos cada día podría escribir una trilogía solo con lo que llevamos vivido en los últimos siete años. Creo que fue en ese momento cuando puse punto final a la antigua versión del blog y borré todas las entradas. Tuve que formatearme, por dentro y por fuera, para hacer frente a una situación que me sobrepasaba y que ha absorbió todas mis energías. Mi hijo pequeño solo tenía tres meses cuando vino el diagnóstico de su hermano mayor y tuvo que acostumbrarse a sobrevivir mientras gestionábamos el terremoto que sacudía a nuestra familia. 

Y cuando por fin llegó la calma (con alguna tormenta improvisada) y volvíamos a empezar desde cero, con los cimientos más fuertes que nunca, vuelve la enfermedad a ponerlo todo patas arriba, pero nos ha encontrado preparados con la única medicina cien por cien infalible: la actitud. 

Y la actitud no tiene nada que ver con insistir en que es de día cuando la oscuridad se cierne sobre los tejados ni con pintar sonrisas con los ojos reprimiendo el llanto. La actitud es un anclaje en el aquí y el ahora, una respiración profunda antes de sentarse a tomar el té con la caterva de fantasmas enmascarados con nuestro propio rostro, una charla amigable con lo que hemos sido y la condescendencia más absoluta hacia todo aquello que no pudimos evitar hacer, pensar o sentir en el pasado porque era lo único que podíamos hacer, pensar y sentir en aquel momento y en aquellas circunstancias. De estas raíces brotan y florecen los síntomas físicos, que en cualquier caso no son más que el aspecto externo de todo aquello que hemos ido guardando hasta enquistarlo en nuestro interior hasta que explota con violencia en forma de dolor, espasmos, ahogos, temblores o, a veces, simplemente tristeza. 

La actitud es ser uno con con la nueva realidad, otear el nuevo paisaje y embriagarse de sus colores y aromas. Bajo el blanco frío y aséptico de la habitación de un hospital hay un multiverso de similar blancura, la blancura del todo que es lo mismo que la nada. Braceando entre sus espumas he recontextualizado toda mi existencia (tantas veces desde hace quince años, sin importar el número de habitación ni lo que se divisara tras las ventanas, cables como cadenas saliendo de mis venas, tubos fluorescentes decolorando mi piel, sustancias corriendo por mi sangre, alimentando y reconstruyendo los órganos que, inexorablemente, algún día morirán). Buceando entre sus corales he divisado incontables tesoros: el más valioso, el amor incondicional de mi familia y, cómo no, el de tanta gente con la cual he entretejido mi vida; en ellos he hecho pie y me he impulsado de nuevo hacia la superficie. 

Ahora tomo aire y sigo adelante; me abro paso en la espesura de este bosque que mis pies pisan sin reparo. He perdido la voz pero no la consciencia. Más despierta que nunca, me preparo para vivir un sueño. ¿Quién me acompaña? 


Nota: mi más profundo agradecimiento a mi hermano Ezequiel y a mi cuñada Ana por animarme en todo momento a volver a escribir. Necesitaba romper este silencio y vosotros me habéis dado toda la confianza necesaria para recuperar mi voz (escrita). Os quiero. 

51 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué bien escribes, Laura! Angelina y yo te mandamos un beso muy fuerte.

Paqui Sánchez Hinojosa dijo...

Por fin encontraste tu inmensa voz.

Anónimo dijo...

Buenas!! Desde Sevilla Manuela,no tengo más que decirte ,gracias,por lo bonito que escribes y por los consejos tan bonitos que nos das a todos ,eres una persona maravillosa ❤️😘

Anónimo dijo...

Q bonito escribes Laura,eres preciosa por fuera pero por dentro aún más,me has emocionado😘😘😘

arc dijo...

Querida Laura:

Han pasado años y aún así a menudo me acuerdo de ti, te he echado mucho de menos. Es placer y es dolor leerte así, porque te leo y te escucho. Y aunque entiendo lo que escribes, siento igual que tu voz no se pierde aunque no se oiga. Ahí está, en los requiebros de mi cerebro, contándome con ese lenguaje tan tuyo tantas aventuras, aunque yo bien me conformaba con una domesticidad más domesticada. Siempre has sido un modelo de fuerza y tenacidad y a la vista está que lo sigues siendo. Eres grande. Y te mereces, como mínimo, todo el amor del mundo.

Un abrazo norteño (qué gracioso, por otra parte, que norteño se escriba con ñ, que aquí nadie la tiene). Por favor, sigue escribiendo.

Anónimo dijo...

Eres una gran persona, más fuerte de lo que pareces a simple vista. Una gran voz resuena en tu cabeza, dentro un cuerpo pequeño, y aparentemente frágil. Me alegra un montón, y lo sabes, que puedas expresarte tan claramente, libremente y conscientemente, de tu existencia. Puedes con todo y no hace falta demostrar nada, es evidente, viéndote en tu día a día. Eres importante para muchas personas y más para eso dos peques tan especiales que tienes, que son simplemente una extraordinaria creación de la que aprender y luchar por ser mejores. Me alegra leerte y que des voz a tus pensamientos. Muchos besos. Ancar💪💪💪😘

Vanessa dijo...

Sin duda tu voz no se a perdido sino q la tienes q alzar de otra manera, con estas palabras escritas q al leerlas se eriza hasta el último pelo del cuerpo. Eres todo un ejemplo para nosotros, tu familia y para todas las personas q tengan la suerte de tenerte en su vida. Te queremos mucho nuestra Dama Ahora.

José dijo...

Me alegro, de que vuelvas a escribir, y con esa fuerza que hace que se remueva el alma. Muchos besos.

Anónimo dijo...

Animo.laura eres una persona muy fuerte y puedes con todo te admiro 😘

Puri dijo...

Eres admirable,no te preocupes,es sólo una tormenta más en la travesía de la vida,pero tú fuerte ahí. Ánimo y fuerza,guapa!

Puri dijo...

Es un auténtico placer leerte!

Anónimo dijo...

Es una delicia leerte, así que sigue rompiendo tu silencio cada vez que así lo sientas. Estamos aquí para escucharte (leerte). Gracias y un abrazo fuerte
Guada

Anónimo dijo...

Buenas tardes Laura, es un gran placer la forma de expresarte y escribir. Es un claro ejemplo de que las palabras se pierdan, pero la voz escrita siempre perdura. Mucho ánimo para seguir adelante

María José dijo...

... sin palabras me dejas... Quisiera abrazarte fuerte y decirte que me quito el sombrero ante tanta entereza y actitud. Actitud y aptitud de una Dama Zahorí que se me
antoja a caballo, con su melena al viento, recorriendo una interminable llanura...
Un abrazo enorme para mi antigua compañera de habitación que tuvo que sufrir, durante todo un curso,
a esta que escribe.
Toda mi actitud y fuerza para ti Laura.





Asu Marín dijo...

Un abrazo fuertísimo,que aunque no escuchemos tu voz,solo con tu presencia eres dicna de admirar una profesional como pocas y te seguiré atravez de tus letras ,me encanta la manera de espresarte
Un besazo y sigue

Anónimo dijo...

Querida prima eres un ejemplo de superación, valentía y coraje, cada día nos enseñas que no vive mejor, el que mejor está sino el que tiene más ganas de vivir y tú de eso sabes mucho. Te quiero muchísimo campeona 😘😘😘

Mari dijo...

Gracias Laura por ser un ejemplo a seguir. Sabes que somos muchos los que estamos atravesando esa espesura. Y quizás si unimos esa luz de esperanza que albergamos en nuestro interior, podremos ver cada día el 🌞 aunque haya que buscarlo con más ímpetu. Te queremos muchísimo, solo las grandes personas pueden sortear grandes retos, Mil abrazos para que te sientas arropada por todos los que te queremos. De corazón 💟

Anónimo dijo...

Sin palabras,admirable esa fuerza y entereza con la q te expresas,sigue escribiendo siempre q lo desees q lo haces muy bonito,y encantados te leeremos ánimo y mucha fuerza q seguro q saltarás esta piedra q te has vuelto a encontrar en tú camino,cómo lo hiciste la otra vez,ánimo súper campeona💪💪💪💪

H. dijo...

No hubiera querido leer que la enfermedad te trae por aquí, pero estoy encantada de volver a leerte. Tu voz es alta y clara en este post. Me encanta la Dama Zahori, la de antes y la de ahora.
Helena (ex-Mae jeje)

Anónimo dijo...

Mucha fuerza , aunque no la necesitas eres fuerte no hay nada más que leerte. La vida te va poniendo obstáculos que tu y tu familia sabéis como saltarlos , sigue escribiendo y cuenta todo lo que te haga feliz y así nos das a algunos que nos quejamos por vicio una gran LECION. Eres grande Laura.

Unknown dijo...

Eres MARAVILLOSA, cuánto he aprendido de ti siempre y que gustazo leerte, no lo dejes nunca...que ganas de abrazarte AMIGA. Espe.

Rakeli (blanco white) dijo...

Querida Lauri, cómo me ha gustado leer tus palabras. Me reconforta que expreses ese talento que llevas dentro, que los que te conocemos desde hace años, ya sabíamos desde jovenzuelas la existencia de éste.
No hay palabras para expresar lo que siento cuando veo que la vida otra vez te golpea. Pero como tú bien dices, ACTITUD y ha seguir luchando, por TÍ, por tus hijos, familia y por tus SUEÑOS.

Un beso querida AMIGA.

Jesús dijo...

No leí tus anteriores publicaciones, he leído esta por recomendación.
Aunque no nos conocemos sé de ti, de tu esfuerzo que se convierte en méritos con cada cosa que haces
Luchadora nata, madre ejemplar, trabajadora incansable.
Yo ahora comparto luces de fluorescentes de hospital, y tubos extraños que atan mi cuerpo....pero no tengo tu actitud.
Te animo a que continúes, a los pobres de espíritu como yo, el solo cono imiento de personas como tú, nos ayudan,

Anónimo dijo...

Eres una crack! Es un placer gratuito leerte, gracias por ser cómo eres, la esperanza nunca se pierde, un abrazo.

Ana Palíndroma dijo...

Nunca he dudado de tu talento y menos de la sabiduría que me inspiras con solo una mirada. Me siento súper orgullosa de ti y feliz de leerte.
Esto es solo el comienzo.
Te quiero Laura.

Unknown dijo...

Querida, !Qué talento, amiga!

Aquí estoy yo pensando que eres como ese "Santos Torrealba" que no importaba cuántos malos vinieran, él siempre salía victorioso. Incluso cuando le disparaban 20 balazos. Pues así eres tú amiga, sé que tienes muchas balas en el cuerpo, pero no podrán contigo.

Y claro que te acompaño, aunque esté escondida detrás tuya como siempre (a lo mejor puedo coger otro yogú).
Deseando abrazarte,
pi.

Laura dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
La Dama Zahorí dijo...

Muchas gracias, Rafael. Significa mucho para mí. Un abrazo para toda la familia.

La Dama Zahorí dijo...

Manuela, gracias por leer y comentar. Eres un sol desde que te levantas hasta que te acuestas. Gracias por iluminar mi vida.

La Dama Zahorí dijo...

Muchas gracias, querido/a anónimo. Un fuerte abrazo.

La Dama Zahorí dijo...

Muchas gracias, querida amiga. Han pasado muchos años pero aún te echo de menos; aquellas charlas siempre fueron productivas y a mis chicos les encantaba jugar con el gran M. Espero que sigamos compartiendo momentos, aunque sean virtuales. Siguen siendo grandes encuentros. Un abrazo.

La Dama Zahorí dijo...

Muchas gracias, querida amiga. Siempre es un placer hablar contigo y tenerte cerca. Un abrazo.

La Dama Zahorí dijo...

Querida prima, eres tan buena y tan noble que estas palabras no son nada al lado de un corazón como el tuyo. Un abrazo y gracias por estar ahí.

La Dama Zahorí dijo...

Muchas gracias, querido amigo. Ya sabes que aquí estamos en las buenas, en las malas y en las peores. Un fuerte abrazo.

La Dama Zahorí dijo...

Muchas gracias, querido/a anónimo. Un abrazo.

La Dama Zahorí dijo...

Muchas gracias, Puri. Aquí seguimos y seguiremos. Un abrazo.

La Dama Zahorí dijo...

Muchas gracias, querido /a anónimo. Un abrazo.

La Dama Zahorí dijo...

Muchas gracias, querido /a anónimo. Un abrazo.

La Dama Zahorí dijo...

Muchas gracias, María José. No me digas que te tuve que sufrir, porque repetiría la experiencia mil veces. Me encantaba la pasión con la que leías y describías tus lecturas. Espero que sigamos en contacto. Un abrazo.

La Dama Zahorí dijo...

Muchísimas gracias, Asun, sois un cielo tu niña y tú. Un abrazo.

La Dama Zahorí dijo...

Muchas gracias, querido /a anónimo. Un abrazo.

La Dama Zahorí dijo...

Muchas gracias, Mari, y mucho ánimo para seguir adelante en esta selva oscura y espesa. Te aseguro que lograrás salir, con fe lo conseguirás. Un abrazo.

La Dama Zahorí dijo...

Muchas gracias, querido /a anónimo. Un abrazo.

La Dama Zahorí dijo...

Muchas gracias, querida Helena. Gracias por seguir ahí a pesar de los años. Las dos seguimos adelante por encima de cualquier circunstancia y tu voz, que me alegra oír de nuevo, me sirve de impulso para decidirme a seguir "hablando" desde esta ventana. Gracias. Un abrazo muy grande.

La Dama Zahorí dijo...

Muchas gracias, querido /a anónimo. Un abrazo.

La Dama Zahorí dijo...

Mi querida Esperanza...muchas gracias por tantas vivencias y tantos buenos momentos como hemos pasado juntas. Gracias siempre por seguir ahí. Un abrazo muy grande.

La Dama Zahorí dijo...

Muchas gracias, Raquel. Vosotras siempre habéis estado conmigo para impulsarme cuando lo necesitaba. Muchísimas muchísimas gracias. Un gran abrazo.

La Dama Zahorí dijo...

Muchas gracias, Jesús, y muchísimo ánimo para afrontar tu proceso. Si se puede ayudar en algo, aquí estamos. Un abrazo.

La Dama Zahorí dijo...

Muchas gracias, querido /a anónimo. Un abrazo.

La Dama Zahorí dijo...

Muchas gracias querida Ana. Eres mi amiga, mi hija, mi hermana, mi todo a la vez e insustituible. Gracias por ser parte de mi familia y de mi vida. TQ.

La Dama Zahorí dijo...

Mi querida Pi, son tantas las anécdotas que no acabaríamos. Gracias por haber compartido todo ese tiempo conmigo, me has dado mucho, muchísimo más de lo que piensas. Un fuerte abrazo, querida amiga.